domingo, 17 de enero de 2021

Recitado de poemas de autores ganadores del Premio Nobel de la Literatura Hispanoamericana

 Los alumnos de 4º A nos recitan poemas de algunos autores o autoras de la Literatura Hispanoamericana. Esta actividad ha sido organizada por la profesora Olga Luján.





. Collage con un poema de escritoras

 Día de la mujer escritora. Collage con un poema de alguna escritora de las seleccionadas. Actividad realizada por el alumnado de 2º de PMAR, a cargo de la profesora María Dolores Sarmiento.







Recreación de la escena del balcón de "Romeo y Julieta"

 Alumnado de 1º de bachillerato de Humanidades realiza la actividad Recreación de la escena del balcón con ocasión de la de la obra de shakespeare Romeo y Julieta. Esta actividad está dirigida por María Dolores Sarmiento.






Realización de collages para el día de la mujer escritora.

Actividad realizada por los alumnos de Humanidades de 1º de Bachillerato, organizada por la profesora María Dolores Sarrmiento.  Lectura y comentario en clase. Saray y María eligen a Idea Vilariño, Quino elige a Ada Salas y Pablo a Susana March.






sábado, 16 de enero de 2021

viernes, 8 de enero de 2021

CUENTO AL ESTILO "EL CONDE LUCANOR"

Ejemplo realizado por Alejandro Ruiz y Rafa Sánchez de 3ºA.

El lobo y el zorro 
Un día en el que el conde Lucanor hablaba con Patronio, su consejero, le dijo así : - Patronio, debéis saber que siempre he estado ayudando a un hombre necesitado económicamente, cada vez que le ayudaba se mostraba muy agradecido y me decía que cuando sea rico me lo devolverá. Ahora, este hombre esta mejorando económicamente pero me han llegado rumores de que este hombre se ha vuelto aliado de uno de mis grandes enemigos. Y, como vos tenéis tan buen entendimiento, os ruego que me aconsejéis sobre lo que debo hacer en este caso.
 - Señor conde, para que hagáis lo que debéis, me gustaría mucho que supieseis lo que le pasó al zorro con el lobo. 
El conde preguntó que le había sucedido al zorro con el lobo, a lo que Patronio respondió :
- Señor conde, una vez un pequeño lobo se separó de su manada, terminando indefenso en una madriguera de un zorro muy amable y con muchos recursos. El zorro alimentó a este pequeño lobo como si fuese uno más de su familia durante mucho tiempo. Un día, el lobo salió a buscar alimento y se encontró con su antigua manada, a la que reconoció al instante y entonces la madre del lobo al ver a su hijo, dijo :
 - ¡Qué alegría hijo mío que estás vivo! ¡Gracias Dios por cuidar de mi hijo todo este tiempo!
 El lobo les contó a todos cómo había sobrevivido todo este tiempo, y entonces el padre lobo dijo : 
- Hijo mío, esos zorros te han tenido de esclavo todo este tiempo, ellos te han alimentado pero te pensaban utilizar cuando pudieses pelear contra animales superiores a ellos, sin importar lo que te pase a tí. Ahora, hijo mío, nosotros te ayudaremos a vengarte de esos zorros, así que cuéntanos dónde se esconden e iremos para allá. El lobo, un poco confuso, les contó todo lo que sabía sobre el lugar donde se refugian los zorros y entonces la manada fue en busca de ellos. Cuando el lobo llegó a la madriguera y vio a todos los zorros siendo devorados por los hambrientos lobos, se dio cuenta de que se había dejado cegar por su manada, a la que no le debía nada, dejando morir a su verdadera familia. 
- En cuanto a vos señor conde - concluyó Patronio - , le recomendaría abrirle los ojos a este hombre, antes de que su enemigo le nuble la vista por completo. Al conde le pareció que el consejo era bueno, así que lo siguió y ganó un gran aliado. Y como don Juan entendió que este ejemplo era muy bueno, ordenó copiarlo en este libro e hizo estos versos que dicen : 
A quien siempre fue tu aliado, ayúdalo para que no sea cegado. 

CUENTO AL ESTILO "EL CONDE LUCANOR"

 Cuento realizado por Enma Carrique y Sergio González, de 3º A.

El hombre que consentía a su esposa

El Conde Lucanor le plantea un problema a su consejero Patronio:

-Patronio, -empezó a explicar- hace unos días, un amigo mío cercano me comentó que quería pedirle la mano a una 

muy buena amiga suya. Y para hacerlo, tiene planeado comprarle joyería cara y vestidos hermosos. Ya que tú eres un hombre bastante sabio e inteligente, me gustaría que dieses tu sincera opinión sobre este problema.

A lo que Patronio respondió:

-Señor Conde Lucanor, tengo una historia que quizá pueda ayudarle a resolver el conflicto de su amigo.

El Conde le pidió que le contara el cuento.

-Señor -dijo Patronio-, había una vez un hombre de gran fortuna con una esposa bastante caprichosa, a la que le gustaba mucho comprarse atuendos de mucho valor e ir a los restaurantes más caros. Ya que su esposo la quería mucho, le compraba todo lo que ella anhelaba. Y si algún día no podía darle lo que le pedía, se cabreaba tanto que dejaba de hablarle a su marido por un día entero. Un día, el hombre ya harto de que su mujer le pidiera cosas tan caras, decidió meter todo su dinero en bolsas y se las dejó a su madre, para así fingir que lo había perdido todo por una gran deuda pendiente. Luego, fue a hablar con su esposa y contarle que debían abandonar su hogar porque no tenían para pagar las facturas. Y ésta, atemorizada, le preguntó que qué había ocurrido para haber perdido toda su riqueza. A lo que el buen hombre respondió:

 

-Esta desgracia se debe a que he empezado a actuar como tú, y me he comprado cosas que deseaba, sin pensar en las consecuencias que esto conllevaría. Así es como al final me he quedado sin dinero para pagar las facturas del hogar. Y ya que tú tampoco trabajas, deberemos encontrar un lugar más barato en el que vivir hasta que lo recupere todo.

Y la mujer, enfadada, dijo:

-¿Cómo se te ocurre ser tan irresponsable con el dinero? No dura para siempre, si te lo has gastado todo ahora tardaremos años en volver a recuperarlo. No me dejas otra opción, quiero el divorcio.

Su marido notó la hipocresía de su mujer y aceptó el divorcio. Así aprendió que no hay que consentir tanto a alguien solo porque le quieras, y a que los bienes materiales no van a hacer que esa persona te tenga más aprecio.

-Y a vos, Conde Lucanor, le recomiendo que le diga a su amigo que de nada va a servir intentar conquistarla con riquezas si esa chica no tiene sentimientos hacia él, y le acabará pasando como al hombre de esta historia.

El consejo de Patronio le pareció muy bueno, y le dijo a su amigo que obrara de esa manera y le fue muy bien.

Y, cuando Emma Carrique y Sergio González escucharon esta historia, la mandaron poner en este libro e hizo estos versos que dicen así:

 

En la vida hay muchas cosas que el dinero puede comprar;

pero el amor no se compra con dinero y falsedad.


CUENTOS AL ESTILO "EL CONDE LUCANOR"

Ejemplo realizado por Mª Jesús Quero, de 3º A; actividad organizada por la profesora Toñi Berenguel.

Lo que le sucedió a un león  que no quería trabajar.


Una vez más estaba hablando el Conde Lucanor con Patronio:

-        Patronio, no sé cómo tratar con mi sobrino, él no desea trabajar, pero no entiende que es necesario para vivir, deseo que entienda la importancia de trabajar, pero no sé cómo hacérselo saber, quisiera saber qué me aconsejáis en este asunto.
 
-        Señor Conde Lucanor -dijo Patronio-, ciertamente sé que encontraréis a muchos que podrían aconsejaros mejor que yo
 y, como Dios os hizo de buen entendimiento, mi consejo no os hará mucha falta; pero, como me lo habéis pedido, os diré lo
 que pienso de este asunto. Señor Conde Lucanor -continuó Patronio-, me gustaría mucho que pensarais en la historia de lo 
que le ocurrió a un león que no quería trabajar.
 
El conde le pidió que se lo contara, y así dijo Patronio:
 
Señor, sucedió en la sabana, se encontraba un león que no deseaba trabajar, por lo que su manada le castigaban sin comida, pero se las apañaba robando comida. Su deseo de no trabajar era tan grande que anteponía eso al alimento.
 
Un día aquel león fue a dar un paseo ya que no tenía mejor cosa que hacer, en su paseo se encontraba con muchos animales, quienes le conocían como el león vago, pero ese día se encontró con un nuevo animal, el hombre. Al verle el león se puso muy nervioso y asustado, ya que los humanos cazan a los leones, este se escondió rápidamente pero el hombre era listo y le había visto. Cuando se acercó el hombre hacia él este iba con intención de cazarlo, pero cuando se fijó bien le reconoció, ya que es muy sorprendente ver a un león que no quiera trabajar, con lo trabajadores y fuertes que son los leones. Cuando se acercó este 
le dijo:
 
- ¿Es usted el león que no desea trabajar? - dijo el hombre.
 
-Sí, soy yo- dijo el león- perdone, pero ¿Por qué no tiene intención de comerme? No lo comprendo, y, además, ¿Cómo sabe
 quién soy?
 
-Le conoce casi toda la sabana, ya que es muy sorprendente que no desee trabajar, y no le como porque tengo curiosidad 
¿Por qué no desea trabajar? -dijo el hombre-.
-No deseo trabajar porque creo que es inútil y demasiado agotador- dijo el león-.
 
- ¡¿Cómo va a ser inútil trabajar?! Usted ha perdido el juicio – dijo el hombre- toda la especie del reino animal tiene que trabajar para ganar su alimento y sobrevivir, ¿Cómo va a ser posible que eso sea inútil? Una cosa le diré señor león, vida solo hay una y para disfrutarla hay que vivir, y para vivir necesita alimentos, y para conseguir alimentos tiene que trabajar, y además la recompensa es más deliciosa si lo ha conseguido por uno mismo.
 
-Vaya no me hacía la idea de todo lo que me ha dicho señor oso- dijo el león- lleva razón, le prometo que le haré caso y trabajaré. Se lo agradezco mucho señor humano, muchas gracias por no alimentarse de mí, y por darme ese tan buen consejo.
 
El león le hizo caso al hombre y pudo vivir feliz y respetado por los demás leones de la manada.
 
Señor conde, debe de hacerle explicar esta historia a su sobrino para hacerle saber la importancia de trabajar.
 
El conde le hizo caso, y le fue muy bien.
 
Y como don Juan creyó que este cuento era bueno, lo mandó poner en este libro e hizo estos versos, que resumen la moraleja. Estos son los versos:
 
El trabajo y el comer
Su medida han de tener.

 


Microrrelato navideño

Microrrelato ganador del grupo de 3ºA, realizado por Carmen Torres Gutiérrez.

 Actividad organizada por Toñi Berenguel.

 MI PRIMER ENCUENTRO CON PAPÁ NOEL

Aquella noche, sin que nadie sospechara,

me dispuse a bajar cada uno de los escalones de madera

y cuanto más cerca me hallaba de la planta

de abajo, más nervios poseía, la verdad es que todo el mundo estaba dormido;

no obstante, escuché un estruendo que provenía del salón.

 -¿De qué se podía tratar? -Me pregunté un poco ansioso, pero a la vez

atemorizado.

Con las piernas temblando y sosteniendo fuertemente una vela,

para de esta forma, poder ver entre toda la oscuridad que desprendía la habitación.

Logré apreciar una enorme y robusta figura al fondo de la sala, su cabellera era

blanca como la Gardenia, llevaba puesto unas vestimentas rojas y unas botas

de cuero que cubrían sus tobillos, además, llevaba una bolsa enorme llena

de presentes, los cuales estaba dejando alrededor de la chimenea.

  No obstante, colapsado por el miedo, me escondí debajo de la mesa y

sin decir ni hacer nada, esperé a que se fuera.

lunes, 4 de enero de 2021

Entrevistas

 Entrevista de Alejandro Suárez Guadix a una trabajadora esencial durante la pandemia., de 1º A.

Grabación (2).m4a

Entrevista de José Miguel Alias Sánchez, de 1º A, a una sanitaria del Hospital Torrecárdenas.

Entrevista a mi madre.wav

Esta actividad ha sido programada y coordinada por la profesora Elisa García-Lara.

 Microrrelatos  ganadores de los grupos de 1ºC y 1º D. Actividad organizada por la profesora Elisa García.

 Mario Sánchez Benete, de 1º D.

MICRORRELATO

Cuando apareció la epidemia, Aurelio se quedó sin trabajo. Se dispuso a escribir una novela,

cogió papel y lápiz. A pesar de tener miles de historias en la cabeza, no se le ocurría nada para

escribir, él siempre pensó que escribir una novela era tarea sencilla.

Un buen día decidió escribir cuentos infantiles, ya que cuando su hija era pequeña, él le

contaba historias inventadas que a su hija le fascinaban.


Fabio Salinas Simón, de 1º C.

UN GRAN SUSTO

El lápiz Maderita vivía en un estuche muy pequeño con su amiguita la goma Rosa, el

bolígrafo Azul y el sacapuntas Metal.

Un día Maderita salió a trabajar con su jefe Pepe. Tuvieron que hacer un dibujo en

clase de artística. El jefe estornudó varias veces sobre Maderita. Cuando terminaron

se despidieron y cada uno se marchó para su casa.

Al llegar la noche, empezó a sentirse mal. Rosa al escucharlo toser, se levantó de su

cama y le preparó limón con miel.

A la mañana siguiente, todos estaban con los mismo síntomas. Metal estaba con

mucha fiebre y decidieron ir al médico los cuatro.

En el hospital Maderita y sus amigos se encontraron con el jefe Pepe y todos sus

compañeros de clase. Una vez que el médico los reconoció a todos, salió a la sala de

espera y les dijo:

-¡No os asustéis!, es un simple resfriado, lo que pasa es que como trabajáis, vivís,…… os

habéis contagiado unos a otros.

Maderita contestó:

-¡Uffff que alivio!, me pensaba que sería algo peor, una epidemia mundial.

Todos a pesar de lo mal que se encontraban, no podían parar de reír.

Se marcharon cada uno a su casa y en unos días estaban como nuevos, perfectos para volver al trabajo.

¿Con ganas de leer? Os dejo este maravilloso microrrelato de Patricia Rodríguez Fernández, alumna de 1º de ESO A, una de las ganadoras del concurso  organizada por la profesora Elisa García ( actividades del Plan Comunica).

EL LÁPIZ MÁGICO Y LA EPIDEMIA

Eran las dos de la mañana,estaba estudiando para el examen de francés de
mañana,había salido del cuarto para picar algo y cuando volví, encima de mi
escritorio se encontraba un lápiz dorado con líneas blancas,en él estaba mi
nombre grabado. Me extrañó, pero al no encontrar mi lápiz de siempre,
empecé a escribir con este. Cuanto más escribía más memorizaba, pensaba
que el lápiz era mágico o algo por el estilo (ya que francés se me daba fatal),
lo que no sabía es que llevaba razón.
Al día siguiente se lo enseñé a mi amiga, ella nunca cree en cosas
paranormales, pero no quería quitarme la ilusión así que me dijo que lo
probase delante de ella. “Mañana una epidemia recorrerá el mundo”- escribí.
Ese día no pasó nada, ni al siguiente o al de después. Pasó una semana
entera y mi amiga leyó las noticias en el periódico: “Una nueva y desconocida
epidemia llega a varios países”. Acelerada me llamó, me contó lo que había
leído, quedamos e intentamos borrar lo escrito con aquel misterioso lápiz. “Es
imposible”- dijo Victoria, o como a mi me gustaba llamarla, Vic.
La epidemia duró más de lo previsto pero gracias a la colaboración de todos
los ciudadanos, logramos vencerla.
Desde ese momento, solo usamos ese lápiz para hacer el bien aunque
siempre hay alguna travesura planeada.