miércoles, 20 de junio de 2012

AQUELLA MAÑANA... de Miguel Rodrigo de Haro (1ºE)

Aquella mañana cuando me desperté, me había convertido en un Ladrón. Estaba En mi cama, en pleno invierno y pensando en el lío que me había metido por robar el boleto de lotería de mi vecino cuyo nombre es Pedro. No pude dejar pasar la ocasión, su esposa, Isabel, estaba sola en su casa y yo me fije en ella porque se fue corriendo de su casa como una loca, diciendo: -¡Me he roto una uña!¡Socorro, un médico! No pude evitar troncharme de risa, sin duda esa mujer tenía muy pocas luces, era muy pija, siempre intenta ir a la moda pero en realidad tiene muy mal gusto. Era todo lo contrario que su marido, él era muy serio y formal. En aquel momento mi madre también se estaba partiendo de risa, igual que el resto del vecindario. Mi madre era bastante vieja, se le notaban muchos sus cincuenta y ocho años. Entonces salió tan a prisa que se dejó la puerta abierta y en el recorrido que había de su casa al coche le dio una patada a un gato tan fuerte que salió volando por los aires "por cierto, ese gato, era mío" pero me llamo la atención que dejara abierta la puerta y fue a decírselo. -¡Isabel, se ha dejado la puerto a abierta!-ella tardo mucho en responderme pero al final me respondió -¡No puedo pararme, se me podría infectar la uña!¡hazlo tu y así eres algo útil! -¡¡¡Maldita necia!!!-solo quería pensarlo pero se me escapó. -¡Que has dicho niño tonto!-dijo ella -Nada, nada señora-pronuncié con voz baja. Me dio tanta rabia que le di otra patada a mi pobre gato, pero pensé que era mi oportunidad para destrozarle la casa, por ser tan mala conmigo, se había dejado la tele encendida, estaba puesta la lotería y vi como tenía cinco cupones encima de la mesa y estaban cantando el premio gordo. -163.857-dijo una niña -¡5 milloneeeeeeesss de eurooooooooosss!-dijo el otro niño Cuando cogí el cupón no me podía creer lo que acababan de decir ¡¡¡¡ERA EL PREMIO GORDO!lo primero que hice fue metérmelo en el bolsillo, y me fui corriendo hasta mi casa, por la mañana pensé en ir a por el dinero del cupón pero… ¿Y si se habían dado cuenta de que lo había robado? En ese caso, estarían buscándome. No sabia que hacer pero recordé que mi madre compraba la lotería casi siempre así que si se lo diera y pensara que lo ha comprado ella... Pero mis ilusiones se desvanecieron cuando le pregunté. -Mamá ¿Has comprado algún cupón de lotería? -no, hijo, ya sabes que dejé de comprar cuando perdí 20.000 euros en la lotería. Qué podría hacer, no debí llevarme aquel cupón, solo me estaba trayendo problemas. En ese momento me asomé por la ventana y vi a los vecino acercándose a mi casa, y me dio un dolor de estomago, cabeza y piernas que casi me desmayo, en ese momento tocan a la puerta. -¿quien es?-dijo mi madre -somos los vecinos.-contestaron -pasad, pasad, sed bien venidos. -¡Vale lo confieso, yo robé el cupón de lotería!-grité Dio la casualidad de que cuando dije eso, mi gato estaba a mi laso y por tercera vez lo volví a pisar. -¿Que cupón, si nosotros solo veníamos a traseros un trozo de tarta? he hecho mucha y mi marido y yo no Nos la podemos comer entera, además yo no compré ningún cupón para la lotería. -pero... Si yo vi un montón de cupones en vuestra casa y uno de ellos os había tocado -¡Esos boletos los compramos hace ya años! Lo único que estaba haciendo limpieza y los encontré, iba a tirarlos pero mel esioné una uña. Un rato después mis vecinos se fueron a su casa y mi madre me castigó un año sin tele, video consolas y casi todo lo que me gustaba. Robar ese volteo fue uno de los mayores fallos de mi vida. Encima mis amigos y mis no tan amigos me pusieron El mote de ladrón.

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