miércoles, 20 de junio de 2012

EL NÁUFRAGO PERDIDO de Luis Mª Carmona (1ºE)

Aquella mañana cuando me desperté me había convertido en un náufrago, estaba atrapado en una isla, grité y grité pidiendo ayuda pero nadie me escuchó. Activé una trampa, me encadené, miré y miré para ver si tenía algo escrito, de repente vi unas iniciales que parecían haber sido escritas por los mayas, logré desencadenarme pero seguía triste porque no podía escapar de esa isla. Encontré un cocotero para satisfacer mi hambre, ese cocotero era enorme, trepé hasta lo más alto que pude y cogí todos los que podía. Mientras me los comía un mono con cara desafiante parecía querer comerse todos mis cocos, yo fui directo hacia él y le pegué una patada y el monillo se fue corriendo hacia el lado contrario de la isla, yo creí que no volvería a por mis cocos, pero, escuché un sonido extraño y eran una manada de monos. Yo corrí hasta que al final logré despistar a esos monos, pensé que estaba salvado pero de repente abrí los ojos y estaba sentado sobre un cachorro de jaguar, el jaguar me amenazó y me persiguió, me mordió y me hizo una gran herida y no paraba de desangrarme, me hizo un pequeño refugio, me paré miré a mi alrededor yddo ya no estaba el jaguar, cogí unos materiales para poder curarme esa gran herida. Me pasé todo el día acostado sobre una pequeña cama de hojas que estaba dentro de mi refugio. Al día siguiente estaba muerto de hambre y silenciosamente fui a buscar comida sin que ningún molesto animal me mordiese o me persiguiera. Encontré una bella flor con exóticos colores que me acordé que era una flor medicinal, me la fui frotando por la pierna y lentamente se notaba la mejoría. Dos días después, mi pierna ya estaba completamente sana, cogí unos palos, una rama y un diente enorme de jabalí y me hice una impresionante lanza para poder cazar y comer animales con un fuego para poder cocerlos. Los animales que cazaba estaban deliciosos y empecé a aburrirme de tanto cazar, pensé en fabricarme una barca para poder salir de allí. Con la ayuda de un pequeño palo y una garra de jaguar, me hice una navaja, era tan potente que podía cortar unos árboles grandes y robustos, cogí unos matorrales y la piel de un jabalí para poder hacerme una vela para la barca, salí de allí tan contento que me puse a bailar y llegué hasta mi hogar con mi familia, al verme se pusieron muy contentos y colorín, clorado, este cuento se ha terminado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario